Por ECNoticias
A escasos minutos de la 01:00 del 3 de junio de 2021, el Concejo Metropolitano de Quito se pronunció con 14 votos a favor, 1 negativo y 6 abstenciones a favor de la moción de remoción del alcalde Jorge Yunda, sustentado en el pedido que presentó el colectivo Frente de Profesionales por la Dignidad de Quito, representado por Carolina Moreno y Jéssica Jaramillo, quienes argumentaron, entre otras, causales como incumplimiento de resoluciones del Concejo Metropolitano y despilfarro de fondos públicos.
Luego de que Marcelo Hallo de Quito Unido, pese a haber atravesado por todo el proceso de calificación del pedido de remoción, retiró su demanda, el Concejo Metropolitano escuchó los cargos y descargos de las partes y ejerció el voto razonado por cada uno de los 21 concejales.
Santiago Guarderas, vicealcalde de Quito y quien presidió la sesión extraordinaria, fue el encargado de registrar el voto 14 para la aprobación de la moción. “Estamos cerrando una página negra del Municipio, y que sea la oportunidad para trabajar en conjunto, sin banderas políticas para recobrar la dignidad y la transparencia que nuestros mandantes nos confiaron. Vamos a hacer de Quito la Luz de América y ejemplo de todo el Ecuador”, dijo al clausurar la sesión.
El Alcalde no se presentó a argumentar sus descargos y envió a su abogado, Marcelo Icaza, quien calificó de desproporcionado solicitar la remoción del
alcalde por no haber presentado acciones contra la crisis ante la asamblea de Quito. Aseguró que el Concejo Metropolitano no tendría jurisdicción para ejercer control sobre el burgomaestre y advirtió que una posible remoción podría devenir en una demanda de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIHD), dada una supuesta violación del derecho de Yunda a ser elegido, misma que pesaría sobre el Estado Ecuatoriano, con el pago de una indemnización, por el derecho de repetición y que, además, violaría los derechos de los electores de Yunda.
Concejales como Luz Elena Coloma, Eduardo del Pozo, Omar Cevallos, Juan Manuel Carrión y Bernardo Abad dedicaron parte de sus intervenciones para recordar a la defensa de Yunda que el Concejo Metropolitano es un órgano legislativo y de control político, ante el cual el alcalde está obligado a comparecer. Destacaron la necesidad de dar paso al pedido de remoción frente a la deficiente gestión de Yunda, quien se habría dedicado en los últimos dos años a resolver temas de interés personal, dejando a la ciudad a la deriva y sin un plan de desarrollo.
Ediles como Mónica Sandoval y Juan Carlos Fiallo, pese a su línea política de origen correísta, sorprendieron con el efusivo saludo y felicitación a las voceras del colectivo que presentó el pedido de remoción, así como con la dura crítica contra el alcalde y su voto a favor de la moción. Brith Vaca se convirtió en el décimo tercer voto a favor de la moción, destacando el abandono en el que han quedado sectores como la niñez, principalmente con el cierre de los Guagua Centros.
Luis Robles fue el único en votar en contra de la moción. Orlando Núñez, Gissela Chalá, Luis Reina, Soledad Benítez y Blanca Paucar, provenientes del correísmo, criticaron la gestión de Yunda, y aunque aseguraron no defender al alcalde en este proceso se abstuvieron por considerar, entre otras cosas, que el pedido de remoción no es la vía para sancionar la deficiente gestión del actual burgomaestre. Señalaron politización de la participación ciudadana y presencia de élites mediáticas y sociales que estarían tras el sillón del Municipio.
Luego de esta decisión, Jorge Yunda podría apelar ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que en el lapso de 10 días, en caso de que el Concejo hubiese incurrido en alguna ilegalidad en este proceso de remoción, podría definir su nulidad, y de no encontrarse novedades notificará al Concejo Metropolitano de Quito, ratificando la remoción del alcalde.
