Minería

«Uno de cada mil proyectos de exploración se convierte en mina, es el riesgo sobre el que trabajamos»

Por ECNoticias

En la segunda jornada de Expominas 2021, una de las principales temáticas ha sido el trabajo conjunto que las empresas mineras desarrollan con los habitantes de las comunidades de influencia de los proyectos mineros. Es el caso del proyecto de exploración de cobre y molibdeno Telimbela, en el cantón Chimbo de la provincia de Bolívar; a cargo de la empresa china Yankuang.

Telimbela consta de 4.033 hectáreas concesionadas para exploración avanzada de minerales; se prevé que dentro de los próximos dos años se conocerá con exactitud la cantidad de hectáreas de terreno en las que explorarán. Marco Ávila, responsable técnico del proyecto aseguró que no se puede hablar de cifras, pero “de seguro será en menos de las 4 mil hectáreas concesionadas. Es una estadística mundial que, de cada mil proyectos mineros, solo uno de ellos se convierte en mina”, aseguró.

Pese a este riesgo, empresas como Yankuang mantienen sus inversiones en el territorio; desplegando esfuerzos que se encaminan en una futura explotación, pero también en el desarrollo de las comunidades locales y el cuidado del medio ambiente. Tomando como base el Art. 26 de la Ley de Minería, Ávila aseguró que la presencia de las empresas mineras debe garantizar, por escrito, mediante documentos públicos, que no se afectará a infraestructura local ni fuentes de agua. “En exploración avanzada se aplican altos estándares de tecnología que no permiten la contaminación del líquido vital”, ratificó.

Telimbela es un proyecto que se ha estudiado desde la década de los 90. En ese entonces, fueron empresarios japoneses quienes identificaron indicios de cobre en la superficie de los territorios que hoy se exploran. En 2007, mediante un acuerdo con el gobierno de la época se encontró cobre y molibdeno, A partir de 2013 se hizo exploración inicial y avanzada, actividad en la que se registró cero contaminación. Para 2017 Yankuang llegó al país y ha realizado perforaciones sin contaminación.

El líder técnico de este proyecto reconoció que en 2019 se identificaron varios nudos críticos con la comunidad de Chimbo. Tras un estudio de conflictividad desarrollado en 2020 se determinó que, adicional al requerimiento de mejores canales de comunicación con la población, intereses políticos y económicos de distintos grupos intervinieron en ese momento de incomprensión de la comunidad. La solución se alcanzó mediante el diálogo y la instalación de mesas de trabajo directo con 11 líderes comunitarios que, de la mano con representantes de la empresa, definieron calendarios y objetivos de trabajo conjunto.

Las mesas de desarrollo comunitario se reúnen mensualmente y los representantes ciudadanos están al frente de decisiones sobre emprendimiento, trabajo y salud. Por ejemplo, se han organizado anillos de contratación, mediante los cuales, para las necesidades de la empresa china, se busca mano de obra calificada y técnica dentro de la parroquia Telimbela, y solo en caso de que los requerimientos de contratación no pudieran ser cubiertos desde la localidad, el anillo se abre al siguiente nivel territorial. “El sistema se ha establecido también para la contratación de servicios”.

A decir de Marco Ávila, el diálogo directo tuvo tal influencia que, en poco tiempo, a lo largo de las principales calles del cantón Chimbo se dio una manifestación sui generis: cerca de 400 personas marcharon en exigencia de que las actividades mineras legales de Telimbela se mantengan en la localidad.

En torno a la pandemia, Marco Ávila aseguró que los duros momentos que trajo el Covid 19 sirvieron para ratificar el compromiso de apoyo a la comunidad con la entrega de importantes insumos, como una ambulancia para el hospital de Guaranda, con la cual se atendieron no menos de 500 personas, y la distribución de elementos de bioseguridad, que la ciudadanía ha recibido de forma positiva.

Los planes de Yakuang en el proyecto Telimbela para el 2022 se ratifican dentro de cronogramas de responsabilidad social, con los que los habitantes de la comunidad podrán cumplir con su trabajo en el proyecto de exploración por un tiempo, y luego del cual retornan a sus actividades personales y comunitarios, como la siembra o la crianza de animales. 2022 será un año en el que se retomen, además, actividades técnicas que han estado paralizadas, indicó Marco Ávila.

A través de
Cámara de Minería del Ecuador

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba